viernes, setiembre 15, 2006

El Ábaco, experiencia innovadora y gratificante

Por Yolanda Haydeé Flores Uribe
I.E. Nº 72141, Huayllapata, San Antonio de Putina, Puno

En mi trayectoria como docente de aula, trabajando con niños y niñas del área rural, fue difícil en un inicio encontrar una estrategia adecuada que podría funcionar y que al mismo tiempo se pudiera aplicar en niños y niñas de como enseñarles lógico matemática, pero no en forma mecánica, sino más bien haciendo pensar a los niños y niñas haciendo uso de material educativo concreto, que mis niños por medio del ábaco aprenden a situarse correctamente en el tablero posicional a través del canje.

Como maestra, primero se despertó en mi el interés por cambiar mi forma de pensar y enseñar luego tuve que enfrentarme al desafío que esto me imponía; elaborar material para cada uno de los niños no era un obstáculo que no podía superar, por el contrario junto con los niños y los padres de familia pudimos superar la dificultad con entusiasmo. Luego trabajamos la suma, la resta, multiplicación y división jugando con los materiales, me entusiasmó ver que mis niños estaban entretenidos y aprender matemática sin pensar que estaban aprendiendo matemática, luego les sometí a una evaluación de matemática, y los niños y niñas se resistieron a rendir el examen, por que decían que no habían estudiado y yo les dije, que les iba preguntar sólo sobre lo que habíamos jugado nada más, y los niños y niñas se pusieron muy felices, a tal punto que las preguntas medianamente difíciles las resolvieron con mucha facilidad, y ellos reflexionaron, pero ¿cuándo aprendí esto? Y yo les respondí, que lo aprendieron mientras jugaban.

Pienso que mis niños y niñas han logrado vencer el miedo y la timidez hacia las matemáticas, a través del ábaco, el cual ha permitido que aprendan jugando a conocer los números y luego continuar su aprendizaje para realizar operaciones de suma y resta.

La lección aprendida fue comprender que para llegar a los niños se debe utilizar estrategias adecuadas a la realidad o contexto del niño y niña, aplicando estrategias activas, prácticas y dinámicas, sólo así sus aprendizajes serán más significativos para ellos y lo disfrutaran. Con mucho entusiasmo y gracias a lo que aprendí en las capacitaciones y talleres del PEAR puedo ir mejorando día a día, no sólo como persona, sino también como profesor enseñando cada vez mejor a mis niños y niñas.

IMAGENES

Fabricando un ábaco con semillas
de la zona. El Dorado, San Martín
Foto Mariela Corrales

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