Por Santos Aguilar Sullón
I.E. Nº 14344, Silahua, Red Nº 3 Limón, UGEL Chulucanas, Piura)
En la Institución Educativa Nº 14344, caserío de Solahuá, distrito de Frías, Provincia de Ayabaca, Región Piura, donde actualmente laboro en el III ciclo, me percaté de la gran timidez de una niña de 2do. grado llamada Karen Griselda, que a pesar de ser una de las mejores en rendimiento escolar, tenía pánico participar en aquel entonces. Lluego de varias ocasiones de intentar su participación opté por aplicar una estrategia que no sea percibida por Karen. Agrupe en cada mesa a tres niños de primer grado y uno de segundo grado y en la mesa de Karen ubiqué a dos niños extrovertidos de primer grado y un niño introvertido de primer grado. Al inicio, los niños de primer grado dominaban a Karen; pero cada vez que participaban los niños y niñas me daba cuenta que Karen respondía a las interrogantes a una niña muy extrovertida llamada Exida se comunicaba mucho con Karen.
Con el transcurrir del tiempo Karen fue dejando su timidez y participó con mayor seguridad en su grupo. A través de la confianza que le fuimos dando en el aula logró socializarse y participar en las diferentes actividades programadas en el aula y en los momentos del recreo.
Finalmente conversé con sus padres a fin de que le prestaran una mayor atención a su hija y de esta manera, facilitar que Karen deje de ser niña cohibida.
Hoy Karen participa y se expresa sin timidez alguna e incluso es la líder del grupo. La lección aprendida es que tenemos que organizar adecuadamente los grupos, observando como reaccionan los niños y promoviendo entre ellos la ayuda mutua.
I.E. Nº 14344, Silahua, Red Nº 3 Limón, UGEL Chulucanas, Piura)
En la Institución Educativa Nº 14344, caserío de Solahuá, distrito de Frías, Provincia de Ayabaca, Región Piura, donde actualmente laboro en el III ciclo, me percaté de la gran timidez de una niña de 2do. grado llamada Karen Griselda, que a pesar de ser una de las mejores en rendimiento escolar, tenía pánico participar en aquel entonces. Lluego de varias ocasiones de intentar su participación opté por aplicar una estrategia que no sea percibida por Karen. Agrupe en cada mesa a tres niños de primer grado y uno de segundo grado y en la mesa de Karen ubiqué a dos niños extrovertidos de primer grado y un niño introvertido de primer grado. Al inicio, los niños de primer grado dominaban a Karen; pero cada vez que participaban los niños y niñas me daba cuenta que Karen respondía a las interrogantes a una niña muy extrovertida llamada Exida se comunicaba mucho con Karen.
Con el transcurrir del tiempo Karen fue dejando su timidez y participó con mayor seguridad en su grupo. A través de la confianza que le fuimos dando en el aula logró socializarse y participar en las diferentes actividades programadas en el aula y en los momentos del recreo.
Finalmente conversé con sus padres a fin de que le prestaran una mayor atención a su hija y de esta manera, facilitar que Karen deje de ser niña cohibida.
Hoy Karen participa y se expresa sin timidez alguna e incluso es la líder del grupo. La lección aprendida es que tenemos que organizar adecuadamente los grupos, observando como reaccionan los niños y promoviendo entre ellos la ayuda mutua.
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