Por Yovana Salluca Condori
ETR Moho-Puno
Dentro del programa de atención educativa en áreas rurales en escuelas de aulas multigrado-unidocente en once distritos rurales del contexto bilingüe e hispano hablante (Estrategia para la intervención de la capacitación y monitoreos a docentes), una experiencia muy relevante fue para mi visitar a una Institución Educativa Nº 72392 de Alto Huayrapata de Moho – Puno, durante el segundo monitoreo, en donde un docente del IV Ciclo, no realizaba la planificación de la actividad que iba a desarrollar en el día, era muy penosa la situación, ni siquiera la tenía dentro de su programación semanal, de tal manera que tampoco contaba con materiales, sin embargo se guiaba del módulo tratando el tema “Comprensión de textos informativos”.
Me invadió una gran preocupación de ver a los niños y niñas sin saber que lo que realizaban no estaba tan claro y también una gran tristeza porque empecé a recordar que esos niños tienen que caminar desde lugares muy alejados para construir sus conocimientos y la confianza que los padres de familia habían depositado en los docentes al enviar a sus hijos.
Tomando en cuenta uno de los aspectos de salida al monitoreo, es que el monitor debe intervenir en casos que el docente no lo este realizando bien, en tal sentido, realicé una sesión demostrativa con la sesión preparada con el Equipo Técnico Regional antes de realizar el monitoreo. En la realización de la clase los niños y niñas participaron en su lengua materna, todo el proceso de construcción se hizo en Aymara, mientras tanto, el maestro observaba la clase y luego se involucró a trabajar en el grupo de los niños y niñas, se enfatizó en el trabajo por pares para trabajar el módulo. La reacción de los niños y niñas fue muy activa, entendieron las consignas dadas, se desenvolvieron solos. La experiencia concluyó de manera positiva, el docente y yo nos sentamos para empezar a dialogar sobre la experiencia, me sentí realmente que le que estaba sentado a mi frente era un amigo, dialogamos bastante sobre la labor docente y el rol que tenemos frente a la sociedad, es así que el docente un poco melancólico agradeció mi presencia y lo más importante ambos nos comprometidos a cambiar de actitud y mejorar los procesos de programación curricular anual y de corto plazo.
ETR Moho-Puno
Dentro del programa de atención educativa en áreas rurales en escuelas de aulas multigrado-unidocente en once distritos rurales del contexto bilingüe e hispano hablante (Estrategia para la intervención de la capacitación y monitoreos a docentes), una experiencia muy relevante fue para mi visitar a una Institución Educativa Nº 72392 de Alto Huayrapata de Moho – Puno, durante el segundo monitoreo, en donde un docente del IV Ciclo, no realizaba la planificación de la actividad que iba a desarrollar en el día, era muy penosa la situación, ni siquiera la tenía dentro de su programación semanal, de tal manera que tampoco contaba con materiales, sin embargo se guiaba del módulo tratando el tema “Comprensión de textos informativos”.
Me invadió una gran preocupación de ver a los niños y niñas sin saber que lo que realizaban no estaba tan claro y también una gran tristeza porque empecé a recordar que esos niños tienen que caminar desde lugares muy alejados para construir sus conocimientos y la confianza que los padres de familia habían depositado en los docentes al enviar a sus hijos.
Tomando en cuenta uno de los aspectos de salida al monitoreo, es que el monitor debe intervenir en casos que el docente no lo este realizando bien, en tal sentido, realicé una sesión demostrativa con la sesión preparada con el Equipo Técnico Regional antes de realizar el monitoreo. En la realización de la clase los niños y niñas participaron en su lengua materna, todo el proceso de construcción se hizo en Aymara, mientras tanto, el maestro observaba la clase y luego se involucró a trabajar en el grupo de los niños y niñas, se enfatizó en el trabajo por pares para trabajar el módulo. La reacción de los niños y niñas fue muy activa, entendieron las consignas dadas, se desenvolvieron solos. La experiencia concluyó de manera positiva, el docente y yo nos sentamos para empezar a dialogar sobre la experiencia, me sentí realmente que le que estaba sentado a mi frente era un amigo, dialogamos bastante sobre la labor docente y el rol que tenemos frente a la sociedad, es así que el docente un poco melancólico agradeció mi presencia y lo más importante ambos nos comprometidos a cambiar de actitud y mejorar los procesos de programación curricular anual y de corto plazo.
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